Subastarán un auténtico Bizzarrini P538

Este automovil, creado en colaboración con Corvette, es una de las obras maestras del Ingeniero italiano Giotto Bizzarrini

 

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Giotto Bizzarrini es una de las figuras legendarias de la ingeniería italiana de los años sesenta. Empezó trabajando como probador de autos para Alfa Romeo en la década de los cincuenta, después entró a trabajar como ingeniero jefe de Ferrari y finalmente; abrió su propia compañía en la década de los sesenta, a la que llamó en un principio Sociedad Autostar y ala que finalmente le cambió el nombre y le otorgó su apellido.

Bizzarrini es uno de los grandes nombres de la automoción por varias razones: en Alfa Romeo contribuyó a desarrollar el chasis de Giulietta, al desembarcar en Ferrari ayudó a desarrollar el mítico Testa Rossa y, el que es considerado el mayor éxito de su carrera: fue el líder del equipo que construyó el maravilloso Ferrari 250 GTO, el coche de carreras más codiciado del mundo.

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Sin embargo, Bizzarrini nunca estuvo contento con sus empleadores y terminó dejando Ferrari para abrir su propia compañía en 1962. En un primer momento se asoció con Iso, pero una vez más la obsesión del ingeniero italiano por crear autos de carreras (frente a la tendencia de Iso, que prefería comercializar turismos) le llevó a romper con su socio. Y de esta forma terminó aliándose con Corvette.

Se trata de un Bizzarrini P538 que ha sido autenticado por expertos y que sale a subasta por primera vez en dos décadas. Además, ha sido completamente restaurado y es una de las mejores creaciones del viejo Giotto.

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Con este coche, el diseñador italiano reinterpretó las reglas vigentes hasta entonces en los autos de carreras al colocar al conductor en el centro, con el asiento del acompañante a la izquierda y un receptáculo similar al del acompañante a la derecha pero destinado a dejar el equipaje. Los expertos creen que este sensacional P538 que  es uno de los tres autos construidos por el propio Bizzarrini a finales de la década de los sesenta.

Por tanto, estamos ante una pieza única, una auténtica joya que ha sido perfectamente restaurada y que se ha mantenido oculta durante más de veinte años y ahora, por fin, ve la luz. Un auténtico caramelo para los coleccionistas de autos deportivos, una verdadera obra de arte que saldrá a subasta por una cantidad aproximada de entre 700.000 y 900.000 dólares .