Argilio Giacomazzi, el comandante del Norman Atlantic

 

163005329-bf12d476-45f3-449e-9896-4297a5a528e3 Argilio Giacomazzi permaneció a bordo hasta que el último hombre de la tripulación fue rescatado. Entonces continuo dirigiendo las operaciones. Felicitado por el Primer Ministro y aplaudido en las redes sociales:

"Schettino, mira y aprende"

Ya ha sido bautizado en Italia como el 'anti-Schettino'. Hasta el momento, su trabajo al frente de la desgraciada embarcación está siendo incuestionable. Nada que ver con la cobarde actuación de Francesco Schettino, el capitán al frente del crucero 'Costa Concordia', que naufragó en enero de 2012 frente a las costas de la isla italiana del Giglio dejando más de 30 muertos, y que se enfrenta a 20 años de prisión por homicidio culposo múltiple y abandono del barco.

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La comparación con Francesco Schettino es casi instintivo. Pero sería un error. Pura retórica. Debido a que el comandante Argilio Giacomazzi, 62, 40 pasados en el mar, desde las frías aguas del Ártico  y Jónico hicieron lo que dictan las reglas de la náutica. Quién manda un barco, incluso un simple barco, siempre es el último en salir. Permanece a bordo. Especialmente cuando se trata de lidiar con un naufragio en alta mar, con olas tan altas como edificios que se estrellan en la cubierta,

El domingo por la noche, hablando por radio con alivio dijo: ". Yo no soy muy bueno pero seré el último en poner los pies fuera de aquí."

Giacomazzi nunca ha perdido el corazón. Lanzando por las sirenas el SOS,  Nunca entró en pánico. Transmitio serenidad y seguridad.

Nacido en La Spezia, ahora al borde de la jubilación, el capitán permaneció a bordo del Norman Atlantic hasta que el último de los 22 miembros de la tripulación fueron rescatados. Luego esperó a los soldados de la Armada y estuvo en  puente para ayudar en las operaciones de remolque hasta el puerto de destino.

"No se si mi marido es el 'anti-Schettino'", dice Paola, la esposa del capitán, a los medios italianos. "No conozco a Schettino pero conozco a mi marido, y él nunca abandonaría el barco", añade. Con más de 40 años de carrera a sus espaldas, su mujer reconoce que el capitán Giacomazzi ha navegado por océanos y rutas mucho peores que Patros-Ancona, la travesía que estaba recorriendo la embarcación cuando estalló el incendio.

Hace casi 50 días que el capitán se embarcó. Debería haber regresado a casa el próximo 31 de diciembre, justo a tiempo para pasar el fin de año con su familia. "No sé nada. No sé cuántas personas había a bordo ni cómo está él. Hablamos el viernes por la noche y quedamos que me llamaría cuando llegase a Ancona. Todavía estoy esperando", dice Paola. "Mi padre está cumpliendo con su deber", añade Giulia, la hija del capitán. La joven espera con ansia el momento en el que podrá volver a abrazar a su padre, pero asegura sentirse más orgullosa que nunca del trabajo del capitán. "Son momentos difíciles para nuestra familia, pero estoy segura de que mi padre ha hecho y está haciendo todo lo posible para poner a salvo a la tripulación y a los pasajeros", asegura la joven.

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