Casio F-91W, el viejo reloj de los ‘90 preferido por los terroristas

casio_f91w

Archivos de Estados Unidos filtrados recientemente revelan que un cierto modelo de reloj Casio es visto con recelo por el Pentágono como un posible signo de vínculos terroristas. ¿Cómo este humilde reloj digital de los ’90 alcanzó semejante reputación?
Cuesta muy poco dinero, es resistente al agua y dura unos siete años. Sólo esas tres características han hecho que el Casio F-91W sea un éxito mundial.

Ahora bien, este modesto reloj digital negro de plástico aparece en las noticias por una razón diferente. Documentos de EE.UU. que salieron a la luz pública recientemente advierten a los interrogadores en Guantánamo que la posesión del F-91W podría tener relación con los ataques de al-Qaeda pues se usaría para activar bombas.

44

El periódico británico The Guardian, que obtuvo los archivos, informa que simple uso de uno de estos relojes ha sido un motivo de detención de algunos presos y más de 50 informes de los detenidos hacen referencia al reloj.

"Aproximadamente un tercio de los detenidos de Guantanamo que fueron capturados con estos modelos de relojes confesaron haber conocido las conexiones con explosivos, ya sea después de haber asistido a la formación de explosivos, o cuando se le dio la formación de explosivos, o tuvieron asociación con una persona identificada como un experto en explosivos ".

Es un giro inesperado en la historia de este reloj poco pretencioso, lanzado por Casio en 1991. La compañía japonesa fue una de las primeras en fabricar relojes digitales y se hizo famosa en la década de 1980 gracias a ellos, junto con las calculadoras y los teclados electrónicos.

ScreenShot00283

 

Casio-adictamente (2)
El F-91W se hizo popular de inmediato, sobre todo porque era barato y confiable. Aunque la empresa no difunde las cifras de ventas del reloj, dice que fue - y sigue siendo - una "gran vendedor" en todo el mundo.

"Se vende todo el mundo, desde Rusia a Asia", dice Tim Gould, director de mercadeo de Casio en el Reino Unido. "Siempre ha mantenido su popularidad, ya que es funcional, accesible y preciso. Es tan simple como eso".

Su diseño no ha cambiado desde que fue fabricado por primera vez hace 20 años. Se trata de una "obra maestra de lo modesto", dice el crítico de diseño Stephen Bayley, uno de los fundadores del Museo del Diseño de Londres.

Es la clásica forma de Casio, con tres botones en el costado que sirven para activar el cronómetro, el segundero, la alarma y la posibilidad de escuchar un "bip" a cada hora.
Para muchos adultos fue el primer reloj propio y muchos han pasado horas de su juventud jugando el juego en el que se trata de detener el cronómetro a los cero segundos. Los jóvenes lo siguen comprando.

"El principal mercado siguen siendo los jóvenes", dice un portavoz de Relojes Zeitgeist, en Liverpool. "Es porque son baratos y asequibles, no es un artículo de lujo que no puedan permitirse".

En los últimos años ha habido un resurgimiento de su popularidad gracias a los cultores de la moda "retro". Su diseño también se ha convertido en una especie de pieza de coleccionista, con ediciones raras en aumento, aunque todavía sólo cuestan alrededor de US$30.

"Es simplemente el reloj digital clásico," dice Simon Mellor, de Relojes Vintage Retro. "En los últimos años ha habido un aumento de la demanda de ediciones raras, con mallas que son de color verde o el oro en lugar del azul normal. Creo que esto se debe a la nostalgia de la época estudiantil. Tengo 28 años y tenía uno cuando era más joven. Me encantaba".
Cualquier aire "cool" que hoy tenga el reloj en algunos países no tiene nada que ver con Casio, dice la empresa.

"Deliberadamente no lo comercializamos como un objeto cool, o de moda", dice Gould. "No es pretencioso ni quiere más que lo que es. Es un reloj básico, confiable y bueno".
Precisamente su negativa a ser "cool" lo ha hecho "cool", dice Bayley.

"Los hipsters [modernistas] del barrio de Hoxton [en el este de Londres] disfrutan que un reloj de plástico de siete libras refute todo esnobismo, sin el inconveniente de sacrificar su confiabilidad. Ese conflicto agradable y paradójico le añade una dimensión adicional a su valor".

"Es lo suficientemente barato para ser desechable, pero, a menos que lo golpee con un martillo, nunca se detendrá", resume Bayley.