La explicación es sencilla, y fue publicada por The Japan Times, tiene que ver con que el gobierno de ese país quiere dejar de importar tanto maíz, producto que se utiliza para alimentar a las gallinas. Y, a su vez, fomentar el consumo de arroz que se produce internamente, y que ha disminuido considerablemente en los últimos años.
“Los huevos con las yemas blanquecinas, puestos por gallinas alimentadas con arroz japonés, están atrayendo la atención en Japón en medio de una creciente conciencia pública sobre la seguridad alimentaria y los esfuerzos del gobierno para impulsar la producción de arroz. El color de una yema de huevo refleja el color del alimento de la gallina .” Japan Times
¿Qué tiene que ver esto con las yemas blancas? Mucho. La razón por la que los huevos tienen su centro amarillo (pese a que uno pensaba que el huevo era así, y punto) es que la gallina consume maíz y alimentos ricos en carotenoides, pigmento que le da ese el tono.
Las autoridades de Japón solicitaron que las granjas avícolas y ganaderas del país cambien la alimentación de los animales del maíz al arroz, matando así dos pájaros de un tiro: se reduce la importación de maíz y aumenta el consumo interno y la producción de arroz.
Lo extraño es que, en aquellas granjas en los que ya se ha probado, los huevos tienen yemas blancas o mucho más claras de lo habitual, pero aseguran que el sabor sigue siendo esencialmente el mismo.
Fuente: Japan Times