Articulo publicado por el periodico britanico The Economist donde se compara la gigante inflacion venezolana con la del pais africano
La visita a un supermercado en Venezuela es como entrar en una tienda Monty Python’s. "¿Tiene leche?" El dependiente de la tienda niega con la cabeza. ¿Azúcar? tampoco café, jabón, harina de maíz? No. Aceite de cocina? No. ¿en realidad tienes cualquiera de los productos que el gobierno considera tan esenciales que fijó sus precios a menos de lo que cuesta hacerlos? No.
Este es el queso duro para las masas que hacen cola fuera con la esperanza de que un camión que llevaba algo, cualquier cosa, llegará. Yesenia, una señora de mediana edad de un pueblo cerca de Caracas, se levantó a media noche, montó un autobús a la capital, comenzó a hacer cola a las 3 am y todavía está allí a las 10. "Es malo, estar aquí en el sol. No he desayunado y no hay agua. "¿Por qué cree que hay una grave escasez? "Mala administración".
El gobierno venezolano gasta como un padre en Navidad después de demasiado ponche crema, subsidia todo, y despues no puede pagar sus cuentas, sobre todo porque el precio del petróleo se derrumbó, con lo que imprime dinero.
Los cajeros automáticos en Caracas escupen billetes nuevos con números de serie consecutivos. La última vez que un corresponsal vio una cosa igual fue en Zimbabwe a principios del 2000.
El FMI prevé que la inflación será de 720% en Venezuela este año, una cifra que Zimbabwe alcanzó en 2006. En 2008 Zimbabwe fue sacudido por una hiperinflación tan grave que los mendigos que recibian billetes de mil millones de dólares de Zimbabwe fruncian el ceño y los rechazaban
Venezuela podría seguir el camino de Zimbabwe?
Los dos paises son culturalmente muy diferentes, pero los paralelismos políticos son de mal agüero. Ambos países han sufrido bajo carismáticos líderes revolucionarios. Robert Mugabe ha gobernado Zimbabwe desde 1980. Hugo Chávez lo hizo en Venezuela desde 1998 hasta su muerte en 2013. Su sucesor elegido a dedo, Nicolás Maduro, continúa su política, aunque con ninguna destreza politica.
Mugabe expropio grandes granjas comerciales sin pagarlas a sus dueños, destruyendo la industria más grande de Zimbabwe. Chávez expropió las empresas en un capricho, a veces en la televisión en vivo.
Despidio a 20.000 trabajadores de la empresa petrolera estatal, PDVSA, y los reemplazó con 100.000 leales a menudo incompetentes, algunos de los cuales se establecieron para trabajar solo porque portaban franelas revolucionarias.
Mugabe perdió un referéndum en 2000, pero aaregló la elección subsiguiente para mantener a la oposición fuera del poder. Los chavistas perdieron una elección parlamentaria en diciembre, pero han utilizado su control de la presidencia y la Corte Suprema para neutralizar a la oposición (que es hoy más popular).
Mugabe reclutó una milicia de gentuza de "veteranos de guerra" para intimidar a sus oponentes. Chávez ha reclutado bandas de los barrios pobres, conocidos como colectivos , para aterrorizar a la suya. El 5 de marzo un grupo de gángsters en motocicletas llegaron alrededor de la Asamblea Nacional que la controla la oposicion y pintaron consignas a favor del gobierno, tales como " Cháez vive " en sus paredes. La policía estaba junto a ellos de pie y mirando.
Sin embargo, la similitud fundamental entre los dos regímenes no es su intransegencia pero si su ineptitud económica. Ambos creen que las fuerzas del mercado pueden ser controladas como soldados en un desfile. En ambos casos, los resultados son similares: la escasez, inflación y un nivel de vida muy bajo.
Mugabe, que al igual que los chavistas dice profesar una gran preocupación por los pobres, fijó los precios de varios productos de primera necesidad en la década de 2000 para que fueran "accesibles" el resultado? se desvanecieron rápidamente de los estantes.
Las subvenciones que se supone deben hacer los controles de precios de trabajo a menudo han sido robados en ambos países. Proveedores, en lugar de vender al precio oficial, prefieren venderlos en el mercado negro.
Ana, una joven vendedora ambulante en Caracas, explica cómo funciona. Ella sostiene una bolsa de detergente que se supone debe ser vendida por 32 bolívares. Ella lo compró por 400 y lo venderá por Bs 600. Su negocio es ilegal, pero se lleva a cabo abiertamente en una plaza llena de gente. Cerca de allí, los vendedores ambulantes del campo regatean los pañales . El viaje en autobús a Caracas fue de 13 horas; los vendedores ambulantes dicen que vienen cada dos semanas.
Fuera de un supermercado de propiedad estatal, una docena de guardias nacionales equipados con chalecos antibalas, porras y gases lacrimógenos detienen a una mujer embarazada en la entrada. ¡No es su día designado para comprar, explican. (Te dan dos.) Los compradores deben mostrar sus documentos de identidad para entrar en la tienda y sus huellas digitales son exploradas antes de comprar su ración de productos de precio controlado.
Sin embargo, estas medidas no son rivales para la ley de la oferta y la demanda. Supongamos que usted tiene un camión cisterna de la gasolina subsidiada. Ud puede vender la carga legalmente en Venezuela por $ 100, o conducir a través de la frontera de Colombia y venderla por $ 20.000. Pagarle a la policia en la frontera sera cuestion facil.
Los empresarios astutos encuentran maneras de evitar los controles de precios sin violar la ley. Cuando el precio del pan se controló en Zimbabwe, los panaderos agreganban frutas secas y lo llamaron "pan de pasas", el cual no era con precio controlado. Las empresas venezolanas han añadido ajo al arroz, llamandolo "arroz con ajo" y lo venden a precios no regulados.
Ridículas leyes reproducen la amarga comedia. Un jefe de una empresa venezolana recuerda un momento en que no podía comprar papel higiénico. Él llamó a un amigo que tenía una empresa de papel. El amigo dijo que no podía venderle un solo paquete, pero le podría vender un camión pequeño, de una compañía a otra. Cuesto menos que el mismo paquete que había pedido inicialmente.
Mugabe ha culpado de los problemas económicos de su país a los especuladores, los traidores, los imperialistas y los homosexuales. Maduro, en cambio, no culpa a las personas homosexuales. Pero insiste en que los capitalistas locales y sus aliados estadounidenses están librando una "guerra económica" en Venezuela. Esto es absurdo: tanto en las economías de los ataques han venido de sus propios gobiernos.
El tipotipo de cambio oficial es sobrevalorado, diez bolívares valen un dólar americano. En el mercado negro, con el mismo dólar obtienes 1.150 bolívares.
Zimbabwe abandonó su moneda sin valor, no mucho después de la inflación mensual de 80 mil millones golpeado por ciento en noviembre de 2008. zimbabuenses ahora usan dólares estadounidenses y otras monedas extranjeras. Los ingresos reales en Zimbabwe se redujeron en dos tercios entre 1980, cuando se hizo cargo Mugabe, y 2008.
Se han recuperado parcialmente, gracias a la dolarización y el desguace de algunas de las políticas daftest del anciano.
Para Venezuela, la lección es clara. Si se produce un error de elegir un modelo mejor que Mugabenomics, las cosas sólo van a empeorar.
La oposición venezolana está dispuesta a cambiar de rumbo. despidiendo a Maduro si les da la oportunidad. “Maduro dice que está abordando la escasez criando sus propios pollos”.
Original: http://buff.ly/1PK4KQq
