Trump ganó debido al sistema de votos electorales, mediante el cual se designa la cantidad de votos por estado, en proporción de su tamaño y población.
Según los cálculos más recientes, Clinton llevaba una estrecha ventaja en el voto popular, según resultados no oficiales escrutados por la Associated Press. Con casi 125 millones de votos contados, Clinton tiene 47,7 millones de votos contra 47,5 millones para Trump. Es decir, una ventaja de 236.000 votos.
Muchos estados concluyen sus escrutinios después, por lo que no es seguro que Clinton vaya a retener esa ventaja. Aun así, la mayoría de los votos que faltan por contar están en estados de tendencia demócrata, con lo que será el segundo candidato demócrata en tiempos recientes en ganar la mayoría de los votos pero no las elecciones.
La mayor parte de los votos que no han sido escrutados está en California. También hay en el estado de Washington, Nueva York, Oregón y Maryland. Clinton ganó en todos esos estados, y de continuar la tendencia, ella acabaría con más de un millón de votos por encima de Trump.
También hay votos por contar en Arizona y Alaska, que se inclinan hacia los republicanos. Pero son pocos comparados con los votos que faltan por contar en los estados demócratas.
Se requieren 270 votos electorales para ganar la presidencia. Trump cuenta por ahora con 279, aunque no han finalizado los conteos en Michigan, Nuevo Hampshire y Arizona.
En ocasiones han surgido llamados para eliminar el sistema del Colegio Electoral, pero hasta ahora han sido infructuosos. La ocasión más reciente fue en el 2000, cuando Al Gore perdió las elecciones ante George W. Bush, a pesar de haber ganado la mayoría de los sufragios.
Y ahora, con los republicanos controlando ambas cámaras del Congreso, es poco probable que prosperen esos llamados.
El senador Tim Kaine, compañero de fórmula de Clinton, el miércoles la elogió por haber ganado el voto popular. Sin embargo, cuando ella dio su discurso, no lo mencionó.