Toda la vida fue un “revolucionario” un comunista consumado, admirador de Lenin, Marx y Fidel, pero jamas leyo algo de ellos; creo que nunca leyo nada. Uno de los pocos que conozco que veia “alo presidente” de principio a fin; 9 agonicas horas escuchando a su comandante eterno y sonriendo al comprobar su acertada decision al elegir su “mesias”
Muchas cosas han cambiado, sus domingos ya no son como antes, la voz de su redentor no le anima. Su nevera está vacia casi como alma, la escasez de alimentos lo alcanzo, tampoco consigue medicinas, utencilios de limpieza ni de aseo personal, pero hoy encontró cuatro rollos de papel tualé, solo eso basta para que defienda la revolución hasta la muerte.