El origen de la iconica imagen del Tio Sam

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La popular imagen de un hombre blanco y barbudo, con sombrero y corbatín, siempre con el ceño fruncido, conocido como Tío Sam, resulta en la iconografía estadounidense una clásica representación del típico americano: próspero, patriótico, de rígido código de honor, determinado y autosuficiente.

Algunas veces el público externo le atribuye connotaciones peyorativas, como el clásico señalamiento de “imperialista”. Como personificación de los Estados Unidos, el Tío Sam es a la vez amado y detestado.

Pero más allá de su grandeza ficticia, pocos se dan cuenta que el Tío Sam se basó en un hombre real que vivió hace 200 años – un desconocido empacador de carne de Massachusetts. Una inspiración poco probable, sus valores y acciones estaban muy alejados de aquellos asociados con su homólogo de ficción.

Sin embargo, para los estadounidenses se trata de una figura entrañable, inspirada en un hombre de carne y hueso: el comerciante Samuel Wilson, quien nació en 1766 y peleó en la Guerra de la Independencia cuando aún era adolescente.

Durante la Guerra de 1812, Sam Wilson, quien para entonces ya era un próspero hombre de negocios, suministraba alimentos al ejército. Los barriles de carne de su fábrica se despachaban con las iniciales "E & S - US" indicando que la carne procedía de E & S Wilson de los Estados Unidos.

Uno de los empleados, un día explicó, en tono de broma, que las letras querían decir: Elbert Anderson, el contratista a quien se enviaba la carne, y Uncle Sam (Tío Sam), por Sam Wilson. La anécdota fue muy celebrada en el entorno de Wilson, pues era un hombre apreciado y considerado como honorable. Con el paso del tiempo esta historia dio inicio al personaje a la vez que todas las disposiciones gubernamentales fueron referidos como "Tío Sam".

Después de la guerra, en 1816, uno de estos soldados (bajo un seudónimo), escribió las aventuras del tío Sam: En busca de su honor perdido ; que incluyó el escrito más antiguo del "tío Sam", como una alegoría de los Estados Unidos. En el libro, el Tío Sam es un "inspector de  carne del ejército" de Troy - sin lugar a dudas, Samuel Wilson. Este pintó una imagen glorificada de Samuel Wilson, y al hacerlo, también lo hizo en algo más grande - una representación de toda la nación:

La imagen más icónica del Tío Sam fue idea del artista James Montgomery Flagg en 1917 . En el  famoso cartel de propaganda de la Primera Guerra Mundial, un solemne Tío Sam apunta directamente al espectador; por debajo de él la frase "le quiero para el ejército americano". La imagen hizo su debut en la portada del semanario de Leslie y, durante un período de dos años, vendió más de 4 millones de copias . La imagen fue tan ampliamente distribuida durante la guerra que una publicación alemana se refiere a Estados Unidos como "Samland."

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El cartel resultó tan eficaz en la inscripción de reclutas que se volvió a emplear durante la Segunda Guerra Mundial.

Ya varios historiadores han cuestionado los orígenes del Tío Sam. Señalando que se utilizó el nombre (mucho antes de que Samuel Wilson saltara a la fama) en  1775. Otros especulan que el Tío Sam fue una creación de los inmigrantes irlandeses: en gaélico, "Estados Unidos de América" ​​se traduce en Stait Aontaithe Mheiriceá , o "SAM" (esta teoría es un poco exagerada).

No obstante, en 1961, el Congreso de EEUU adoptó una resolución que reconoce oficialmente a Samuel Wilson – el otrora pobre obrero de la carne de Massachusetts - como el creador del Tío Sam:

"Se resuelve por el Senado y la Cámara de Representantes que el Congreso saluda al Tío Sam Wilson, de Troy, Nueva York, como el progenitor de símbolo nacional del tío Sam de Estados Unidos."

El Congreso también designaría más tarde el cumpleaños de Samuel Wilson, 13 de Septiembre de 1989, "Día del TioSam " - un homenaje que se reconoce oficialmente hoy.