La malaria se propaga por Venezuela y preocupa a los paises vecinos

Se mueven con frecuencia de una región a otra y no pueden pagar el tratamiento. Cuando regresan a las ciudades, el virus puede propagarse rápidamente. Los países vecinos de Venezuela están preocupados
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La malaria o paludismo es causada por un parásito que se transmite a los humanos a través de la picadura de mosquitos anofeles infectados. Después de la infección, los parásitos (llamados esporozoítos) viajan a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, donde maduran y producen otra forma, llamada merozoítos. Los parásitos ingresan en el torrente sanguíneo e infectan a los glóbulos rojos.
Los parásitos se multiplican dentro de los glóbulos rojos, los cuales se rompen al cabo de 48 a 72 horas, infectando más glóbulos rojos. Los primeros síntomas se presentan por lo general de 10 días a 4 semanas después de la infección, aunque pueden aparecer incluso a los 8 días o hasta 1 año después de esta. Los síntomas ocurren en ciclos de 48 a 72 horas.
Un artículo publicado por The Economist afirma que la mayor parte de las naciones de América Latina hace esfuerzos para combatir la malaria. Los casos detectados disminuyeron en un tercio entre 2010 y 2015, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), gracias al aumento del gasto en salud. Al mismo tiempo, las tasas de mortalidad disminuyeron en un 37 por ciento.
Venezuela es un caso atípico. En 2015 los casos en el país sumaron el 30 % de todos los casos de malaria informados en las Américas: más que Brasil, que tiene seis veces más población. Según el gobierno se reportó 240 mil contagios de la enfermedad en 2016, un aumento del 76 % respecto al año anterior.
El ex ministro de Salud José Félix Oletta estima que más de medio millón de venezolanos contraerán malaria en 2017.  Venezuela está plagada desde hace mucho tiempo por mosquitos. Las llanuras costeras de la nación constituyen un caldo de cultivo ideal para los insectos.
The Economist afirma que el reciente retroceso de Venezuela se debe mucho a su decadente economía. Los controles en la importación y la falta de divisas provocaron una escasez de los medicamentos necesarios para tratar la enfermedad.
Unos 50 mil venezolanos respondieron a la crisis económica del país incorporándose a la minería ilegal y mudándose a áreas rurales donde prosperan los mosquitos. Los agujeros que cavan recogen agua y proporciona a los insectos un terreno de reproducción ideal.
La malaria es abundante en estas áreas. En 2013, el 60 % de todos los casos en Venezuela ocurrieron en Sifontes, un municipio minero fronterizo con Guyana. Los trabajadores, muchos de los cuales viajan desde toda Venezuela, son las incubadoras perfectas para la enfermedad.
Se mueven con frecuencia de una región a otra y no pueden pagar el tratamiento. Cuando regresan a las ciudades, el virus puede propagarse rápidamente. Los países vecinos de Venezuela están preocupados.